La experimentada piloto, coach personal del hispalense en el Emilio de Villota Motorsport, no lo duda: “Tiene un gran talento y una proyección bestial”
El madrileño circuito del Jarama ha sido escenario esta Semana Santa de una nueva sesión de entrenamientos para los componentes del Emilio de Villota Motorsport, en cuya nómina de pilotos se incluye Manu Bejarano. Y como suele ser ya habitual en el piloto sevillano, su buen hacer al volante del Fórmula BMW con el que, hay que recordar, lidera la recién estrenada Copa Fórmula Futuro ha vuelto a levantar expectación en su entorno.
La dos jornadas de trabajo, aprovechadas para poner a punto el monoplaza con vistas a la próxima cita del campeonato, prevista para el mes de mayo, han puesto una vez más de manifiesto el potencial de este hispalense de tan sólo 15 años. Así lo confirma su asistente personal o coach, la experimentada María de Villota, aspirante a ocupar esta temporada un asiento en la Superleague Fórmula e hija del que fuera primer piloto español de Fórmula Uno, director del equipo. “Está claro que Manu tiene un gran talento y una proyección bestial. Y nos lo demostró desde el primer día que lo vimos. Porque estamos acostumbrados a que pase por aquí mucha gente y sabemos cuándo alguien tiene algo especial, como es su caso. Le tenemos cogido el tacto a los pilotos, y a poco que haga, se nota, lo vemos, por la forma que tiene de tirar el coche, de estar en la pista, de evolucionar…”.
Eso sí, la asesora técnica del sevillano es consciente de lo complicado que es el mundo del automovilismo, “en el que cada vez se invierte más, empezando desde el karting”, por lo que considera que hay que tener paciencia con su pupilo, que debe completar su etapa de formación antes de dar el salto a pruebas de más nivel. “Lo más importante es tener el oficio y la experiencia, hacer el trabajo previo necesario para cuando, por ejemplo, salte a disputar alguna prueba de la Fórmula Europea. Ya veremos si a mediados de temporada se lo proponemos, pero por ahora tenemos que centrarnos en seguir puliendo detalles. Estamos trabajando a nivel técnico muy bien -prosigue De Villota-, aunque nos falta meternos en la boca del lobo, que es donde están todos los chavales que aspiran a lo mismo que Manu”.
La cita del Jarama ha servido para que el de Montequinto, que previamente preparaba en el circuito zaragozano de Zuera el Campeonato de España de karts, que esta campaña disputará en la máxima categoría, la KZ2, trabajara con sus mecánicos la aerodinámica de su coche, así como los frenos o la suspensión, ajustándolo a su forma de conducir para sacarle el máximo rendimiento. “En su nivel, el set-up es muy importante, porque estas pequeñas cosas marcan la diferencia. El ya siente el coche y va sabiendo lo que le falta para ir más rápido”, apunta su coach, que no se cansa en destacar “la seriedad” con la que trabaja Bejarano. “Y eso que no somos ni mucho menos blandos con nuestros pilotos. Pero Manu, y no es por alardear porque yo lo lleve personalmente, nos llamó la atención desde el primer día, por su madurez, a pesar de ser tan joven, por su frescura, por su talento a la hora de recoger todo lo que le decimos y ponerlo en práctica en carrera. Así lo hizo en la primera prueba de la Copa Fórmula, en la que no sorprendió a todos. Por eso me vuelco con él”.
Hay que señalar por último que el programa de trabajo de Manu Bejarano en esta Semana Santa no se ha limitado a rodar en el Jarama. De hecho, se ha completado en tierras cordobesas, ya que el piloto sevillano ha aprovechado las vacaciones para llevar a cabo unas jornadas de entrenamientos en el circuito de Villafranca con su pupilo Antonio Mauri, de sólo 7 años y que el pasado mes de marzo debutara en el Campeonato de Andalucía de karting.
