La guardameta del C.W. Dos Hermanas aparca momentáneamente el waterpolo para finalizar la carrera de Medicina.
El C.W. Dos Hermanas ha confirmado la baja de cara a su regreso a Primera Nacional femenina, tras nueve campañas consecutivas en la División de Honor, de una de sus veteranas y referentes. La ausencia en el curso 2018/2019 de Clara de la Torre nada tiene que ver con el proyecto deportivo en la categoría de plata del estandarte del waterpolo andaluz y sí con los intereses particular de la veterana guardameta sevillana, formada en los escalafones inferiores de la entidad y que a los 23 años se ha visto obligada a centrarse en la carrera de Medicina.
Con las espaldas bien cubiertas en su puesto por medio de la promesa nazarena Alba Roldán, convocada en distintas ocasiones por las selecciones nacionales de base y titular la pasada temporada en la máxima categoría, la jugadora sevillana ha optado por abandonar momentáneamente la práctica del deporte para finalizar sus estudios. Así lo ha hecho de forma oficial aprovechando las redes sociales.
“La entrega no significa sacrificio cuando aquello por lo que dejamos el cuerpo y el alma nos da más de lo que nos quita, y así fue siempre y siempre será. Voy a seguir conectada a mis compañeras, el club de mi juventud y, cómo no, al balón amarillo. Pero todo tiene su momento, y ahora es el de convertir mi carrera de Medicina en la prioridad”, comenta Clara de la Torre.
La imposibilidad de compatibilizar los estudios del MIR con la competición la han forzado “a tomar una decisión que algún día tenía que llegar”, añade la nazarena, que debutara en la División de Honor en la temporada 2013/14 y acumula más de 70 partidos en la élite entre Liga y Copa de la Reina, además de una experiencia continental en la LEN Trophy.
“El corazón me dice que nunca es tarde, por eso sé que pronto volveré. Sé que las puertas de mi segunda casa siempre estarán abiertas, y yo voy a estar constantemente haciendo visitas. Sus éxitos son mis éxitos -continúa-. Mucha suerte en este nuevo comienzo a Fran Sánchez y a todas mis niñas. Nos es una despedida real. Nos veremos a menudo”, concluye la sevillana antes de dar las gracias a todos aquellos que la han ayudado a crecer en el waterpolo, “que sólo Dios sabe de cuánto me ha privado y cuánto me ha dado a cambio. Gracias”.