La Hermandad de Jesús del Gran Poder fue fundada el día 10 de Febrero de 1899 por un grupo de feligreses de la Parroquia de Santa Maria Magdalena, devotos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder de Sevilla, devoción propia de la capital de Andalucía que progresivamente se ha ido extendiendo por el mundo católico. Presentadas sus primeras reglas al cabildo general, fueron aprobadas por el mismo el día 1 de abril de 1900. Posteriormente fueron sometidas a la autoridad eclesiástica, siendo refrendadas con fecha del 5 de abril de 1900 por el Arzobispo de Sevilla, el Beato Marcelo Spinola y Maestre, cardenal que fue de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla. Entre otros fundaron la nueva corporación D. José Plaza, D. Arístides Reigada, D. Manuel Gutiérrez, D. Manuel Plaza, D. Manuel Duran, D. Fernando Casanovas, D. Juan Antonio Carazo, D. Manuel y D. Francisco Ávila, D. Enrique Tinoco, D. Alfonso Parada, D. Enrique Aguilar, D. Carlos Carvajal, D. Francisco Ávila Ramos, D. Francisco Campo y D. José Flores. Entre ellos, existían vecinos de la villa de muy diversos orígenes. Algunos como D. Fernando Casanova, los Hnos. Ávila Hoyos-Limón o D. Francisco Ávila Ramos pertenecían a familias forasteras con propiedades en Dos Hermanas. Otros en cambio, pertenecían a familias emparentadas con las antiguas de la villa, aunque ellos también eran de origen foráneo, caso de D. Juan Antonio Carazo Gómez, alcalde del pueblo en varias ocasiones. Desde un principio hay que decir que la nueva cofradía asume que es una reproducción de la sevillana. No solo se aprecia este rasgo en la advocación del Cristo, Gran Poder, sino que la Virgen es llamada Mayor Dolor y Traspaso como la de la Hermandad de la capital. Nunca se ha negado esta estrecha filiación. En 1901 el escultor sevillano Manuel Gutiérrez Reyes Cano talló la Imagen del Nazareno al que todavía rinde culto la corporación. Por su parte, la Imagen de María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso e obra del mismo imaginero realizada en 1902. En un principio, los titulares de la corporación estuvieron recibiendo culto en la capilla particular que existió en el domicilio del entonces Hermano Mayor D, Francisco Ávila Ramos, en la calle Real, nº 48. Las primeras estaciones de penitencia de la Hdad. Fueron por la puerta lateral de la susodicha propiedad del Hermano Mayor que daba a la Plaza del Arenal, donde se encontraba la Hacienda de San Antonio que también fue fabrica de aceites y jabones de D. Juan Tamarit Martel. El escudo primitivo lo componía un corazón rojo traspasado por una espada sobre fondo negro, circundado por ráfagas amarillas. El 6 de abril de 1907 tuvo lugar un hecho de gran importancia en la historia corporativa: a la Hdad. Le fue concedido un lugar donde pudiera venerar sus imágenes en la Parroquia de Santa María Magdalena. Se trataba de un lugar en el lado de la Epístola de la capilla de las Animas. Hasta los aciagos días de la República siguió la Hdad. Su vida normal, haciendo estación con sus imágenes. De todas formas durante estos 30 años sufrió numerosos altibajos. Al llegar la II República, se inicio una nueva etapa. La cofradía paso por la vicisitudes de tan malos tiempos. En 1931, antes de la entrada del nuevo régimen, había hecho su salida procesional, la cual tuvo que suspender en 1932 y 1933, al igual que las restantes de la villa. El año 1934, el panorama para la Semana Santa tampoco se presentaba excesivamente claro. Aunque ya gobernaba la nación la Derecha, sin embargo el Ayuntamiento de Dos Hermanas todavía estaba en manos de la Izquierda. Era alcalde D. Antonio Muñoz Benítez. La Corporación decidió salir tras un intercambio de pareceres entre los hermanos. Se ve que existía miedo ante una complicación de la situación. Lo cierto es que este año los nazarenos pudieron rezarle al Gran Poder en las calles de la villa. Vera-Cruz y Oración en el Huerto procesionarón juntas, la primera con el Santo Cristo y la segunda con la Virgen de los Dolores. En 1933, la Semana Santa se presentaba mas tranquila, y tres de las cofradías hicieron estación. No la hizo el Santo Entierro que ya sabemos que no posesionaba de manera estable. En 1936, gobernando desde el 16 de febrero el Frente Popular, las hermandades nazarenas, no se atrevieron a sacar sus imágenes. Cuando se tuvo noticias del levantamiento militar del 18 de julio, las turbas incendiaron la Parroquia de Santa Maria Magdalena. El fuego no llego a la Capilla de Animas, donde se encontraban los titulares, pero aún así su Hermano Mayor D. Diego Santana Bautista, tuvo que sacarlas de la Iglesia en llamas. El Cristo fue depositado en casa de su camarera, Dª. Manuela Ezquerra, que vivía donde luego se levanto el Casino, en los Jardines. La Virgen fue llevada a casa de su camarera, Dª. Carmen Márquez Palacios, en la calle Real. Mientras se restauraba la Parroquia de Sta. Mª. Magdalena, la Hdad hizo estación desde la capilla de San Sebastián. El 24 de junio de 1939 fue bendecido el renovado templo, siendo artífice de su restauración el reputado arquitecto D. Aurelio Gómez Millán, y párroco D. Manuel García Martín, que tanto lucho por que se arreglara su Parroquia. En la Iglesia se hizo una nueva capilla para la corporación, en el sitio que antes ocupaba el retablo del Santo Ecce-Homo. El 14 de mayo de 1945 se nombro Hermano Mayor perpetuo a D. Diego Santana Bautista. El 7 de marzo del año María de 1954 fue bendecida por D. José Ruiz Mantero la Imagen de San Juan Evangelista, obra del imaginero alcalareño D. Manuel Pineda Calderón. La Imagen fue donada por el Hermano D. Luis Romero Encinas, cuya esposa, Dª. Josefa Gallas Novas, fue camarera del Señor. En cabildo general celebrado el 20 de mayo de 1958, se aprueba el nuevo escudo que hoy usa la hermandad. El 27 de diciembre de 1970, festividad litúrgica de San Juan Evangelista, fue bendecido un retablo, obra de Cerámicas Santa Ana, con la efigie del Cristo. Se sitúa en la calle Santa Ana, a la espalda de la capilla que ocupaban las imágenes. Todas las cofradías, tienen la aspiración de poseer una casa de hermandad. En cabildo del 30 de julio de 1971 se acordó comprar un local en la actual calle Virgen de la Soledad. Un hecho importante en la vida corporativa fue la creación de la bolsa de caridad el 17 de mayo de 1973. En conmemoración del LXXV aniversario de la fundación, el 21 de febrero de 1975 a las 10 de la noche salió en andas, en devoto Vía Crucis, la imagen del Señor. En 1978, la junta presto su conformidad a la creación del Boletín informativo «Madrugada», que marco un hito dentro de la información cofradiera en Dos Hermanas. Ese mismo año 1978, se decidió vender la primitiva casa y comprar una en la calle Real Utrera nº 22, propiedad de Antonio Pérez Tinao, y que 17 años mas tarde y con un gran esfuerzo se convertiría en sede de la Hdad. Y Capilla. En un principio solo se pensaba en tener un lugar amplio de reunión y un almacén donde poder guardar los enseres. Pero resulta que la casa tenia 510 m2, espacio suficiente para incluir en el proyecto inicial de obras de José Maria Llacer Rubio la construcción de una Capilla. Pese a que la situación económica no era demasiado favorable, todos los hermanos contaban con unas tremendas ganas de trabajar y lo que era para ellos era lo mas importante, la ayuda del Señor. Así, en 1982, se derriban los muros de la antigua casa para levantar los pilares que sostendrían la capilla, la casa Hdad y el almacén. Lo primero que construirían seria la casa de Hdad, que fue terminada en 1987, el 12 de octubre de ese mismo año, se bendijo, para lo cual se llevo a ella la Imagen de la Virgen. En 1991 se terminaron las obras del almacén, que tiene entrada por la calle Ntra. Sra. del Carmen. Quedaba la capilla, y tras muchos domingos, llenos de trabajo por los hermanos, se llego al final de la construcción de la Capilla, que es de planta rectangular y ocupa aprox. 300 m2; cuenta con un zócalo de mármol y una cúpula que da luz al retablo tallado por Manuel Guzmán Bejarano y dorado por Manuel Calvo Carmona, que presidirá el Señor del Gran Poder y que cuenta con dos hornacinas a los lados para la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso y para San Juan Evangelista. Y llego el día tan deseado, el domingo 29 de octubre de 1995 cuando el reloj de Sta. Mª: Magdalena daban las siete de la mañana, los Hnos. del Gran Poder abrían las puerta de la Parroquia para emprender el solemne traslado procesional de sus Sagrados Titulares hasta la nueva capilla. La procesión la formaron unos 700 Hermanos y Hermanas que acompañaron a sus titulares. Tras la salida la comitiva se encamino hacia la Capilla de San Sebastián, por Sta. Mª. Magdalena, Canónigo, Plaza del Emigrante, San Sebastián, Mena Martínez, Capilla de San Sebastián, donde aguardaban los Hnos. de Vera-Cruz y su coral para cantarle al señor. Con el hecho de dirigirse hacia la citada capilla los hermanos del Gran Poder quisieron expresar su agradecimiento a los de Vera-Cruz que, en tiempos de la Guerra Civil, cedieron su Templo para que estos pudieran hacer la Estación de Penitencia en la madrugada del Viernes Santo. Continuo la procesión por Plaza de Hidalgo Carret, Álvarez Quintero, y Real Utrera. Tras casi tres horas de procesión, las Imágenes del Señor del Gran Poder, que estrenaba una túnica morada confeccionada por José Cañete, María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, con una nueva saya bordada en hilo de seda en los talleres de Antonio Fernández y San Juan Evangelista llegaron a la que seria su lugar de cultos. En un ambiente de emoción y felicidad entre los Hnos., se cerro este acontecimiento histórico, que sin duda se recordara con letras de oro en la historia de la Hermandad. Días después, el 5 de noviembre de 1995, el Arzobispo de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo, bendijo la nueva capilla.
Fuente: Dos Hermanas Cofrade