El Blog de la Ciudad de Dos Hermanas
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Historia de Oración en el Huerto

La Hermandad de la Oración en el Huerto conforma el tercer puesto de antigüedad entre las Hermandades Penitenciales de Dos Hermanas tras la Hermandad de la Vera-Cruz y Santo Entierro,  No se conoce con exactitud la fecha de su fundación, aunque se podría datar, sin temor a equívocos en la primera década o albores del siglo XVIII, siendo 1728 la primera referencia escrita de que se tiene noticia, aunque al haberse fusionado con la extinta Hdad de Ntra. Sra. del Santísimo Rosario por un Decreto de 25 de Noviembre de 1975 se retrotraería la antigüedad de la corporación a 1629, fecha en que comienza un primitivo Libro de Actas del Rosario. Se conservan igualmente unos Miniados de sus primitivas reglas, las cuales darían origen a una gratuita teoría publicada en 1955 por el periódico local «Adelante», relativa a considerar a Jesús Orando en Getsemani, – representado en los Miniados – como un boceto de un supuesto lienzo de Murillo que, procedente de Dos Hermanas, se encontraría en Ampuero (Santander) doblado dentro de un antiguo misal. En el libro 37 de visitas de las parroquias conservado en el Arzobispado de Sevilla correspondiente al año 1728, relaciona las cofradías que existían en Dos Hermanas, a saber: en la Parroquia, la del Santísimo, la de Animas, la del Rosario, la de Santa Ana y la de la Oración en el Huerto, la de la Santa Vera-Cruz en la ermita de San Sebastián y la de la Soledad en su ermita. De la Oración en el Huerto dice textualmente: «La Cofradía de la Oración en el Huerto sita en dicha parroquia su renta se compone de limosnas que se juntan en la demanda y otras particulares, entradas de hermanos y pujas que se dan por llevar insignias en la procesión del Jueves Santo y alquiler de túnicas, que regulados unos con otros, importa cada año 647 reales que se distribuyen en la procesión de penitencia que se hace el Jueves Santo, cera para el gasto de la Cofradía y otros en el aseo y adornos del altar, hallaron se tomadas cuentas por los alcaldes y diputados a los mayordomos que han sido y por las ultimas que dio Juan Alonso hasta fin de junio de 1728 parece resultaron de alcance contra el susodicho y a favor de esta Cofradía 67 reales de vellón. Aprobándose en esta visita en 23 de julio de 1728.» Y entre los doce mandatos que se dejaron al señor Cura, el numero once dice así.: «Once. Que dicho cura proceda a juntar los cabildos de las hermandades de esta villa y les proponga que altares son los que mas les precisan para su culto y adorno». Esta visita de Dos Hermanas, esta firmada por Manuel Estevan Juárez, notario contador. El mandato trascrito nos confirma en nuestra certeza de la reconstrucción del templo. A consecuencia de las obras perdió su carácter originario y tomo en todo su conjunto la norma y severidad expresiva del orden toscano. Por esta razón las cofradías habían de ser instaladas en nuevos altares. Otro documento -de gran valor para la historia de la corporación- justifica el II Centenario que ahora solemniza, también guardado en el Archivo Arzobispal, dice.: «La Hdad hace nuevas Reglas, pues la antigua aprobada por la Autoridad eclesiástica se había perdido. En esta nueva Regla que se envío a la Audiencia de Sevilla el 18 de julio de 1809, y que consta de diez capítulos, se lee, que en el año 1770 estando casi disuelta la Hdad, se reorganizo y que aunque su nombre primitivo fu el de «Hermandad de Cristo Orando en el Huerto y Mª. Santísima del Rosario», pareció más oportuno cambiar el título de la Virgen, quedando constituida como «Hdad de Cristo Orando en el Huerto y Mª Santísima de los Dolores». Esta revelación se hace después de certificar la existencia de un expediente del año 1809, de un pleito que sostuvo la cofradía con uno de los curas de la Parroquia de Sta. Mª. Magdalena a cuenta de pretender aquella celebrar el Septenario de la Virgen de los Dolores, que no lo había celebrado en Cuaresma, en el mes de Octubre, y se opone el cura don Alonso de Rivas, porque con esto se perjudicaban los emolumentos que se daban al predicador Cuaresmal, y que además esta Cofradía no tenia unas Reglas aprobadas por el Consejo de Castilla. La verdadera razón de esta pretensión era el deseo de la Cofradía de dedicar a la Virgen un Septenario de rogativas por la expulsión del invasor francés de España, habida cuenta que los acontecimientos de aquel año habían impedido celebrarlo en la Cuaresma. Un acta -cuyo documento original valiosísimo- conserva la Hdad, refiere que en 15 de julio de 1800, la Hdad es convocada por el párroco D. Alonso Joaquín de Rivas para llevar a cabo una reorganización de la misma, nombrar nuevos oficiales y hacer inventarios de alhajas y prendas de esta Cofradía en posesión de los herederos del fallecido Presbítero y hermano D. Martín Ruiz Duran. En este acto verificado el 15 de noviembre de 1800 empezó una nueva etapa de la Hdad. Por estos inventarios nos hacemos idea de la composición de los pasos procesionales y de algunos detalles muy singulares. Se relaciona, por ejemplo, un toldo de bayeta negra y seis varas de madera, cuyos efectos nos releva que ya la Virgen salía bajo palio en aquella época. Nuevamente, hacia 1802 se llevan a cabo obras de gran importancia en la parroquia, probablemente para adosarles las capillas que hoy observamos volviendo la Cofradía a encontrarse sin altares, recibiendo culto las imágenes provisionalmente en la ermita de Santa Ana, y viéndose obligada a suspender su estación de penitencia el Miércoles Santo «hasta tanto no se verificara el pago del nuevo retablo». Como dato curioso y que nos pone en camino de otras investigaciones la Hdad era propietaria hacia 1803, de una porción del tendido de la plaza de toros de la Villa, siendo motivo de algunas diferencias entre los oficiales de la Corporación. En 1807 regresa la Hdad a la Parroquia desde la ermita de Santa Ana, si bien no se estrenaron los retablos hasta la Navidad de 1818. El 23 de septiembre de 1812, la Hdad celebra con entusiasmo la derrota de ejercito napoleónico pronunciando un encendido sermón patriótico el padre Ramón de Venegas fraile del Convento de San Francisco en Sevilla. Un singular debate se origina en febrero de 1818 entre esta Hdad. Y la de la Divina Pastora sobre la propiedad del paso procesional, resuelto a favor de aquella, originando la dimisión de algunos oficiales. Por acta de 11 de marzo de 1857, una gran laguna nos deja sin información directa de la Cofradía en un lapso de 35 años originada probablemente por las insurrecciones políticas de aquellos años. Una nueva era florece en la primavera de 1892 al emprenderse una reorganización a fondo de la Hdad cuyos paladines fueron D. Joaquín Varo Jiménez, D. Antonio García Bolaños y D. José Pérez Jiménez, convocando a los cofrades dispersos reuniendo otros nuevos y verificando inventarios. La nueva junta confeccionan nuevas Reglas en 1893 que aprueba un decreto de Cardenal Arzobispo en 20 de junio de 1895, cuidando mucho en sus capítulos de dar preponderancia al culto al Señor en su Sagrada Oración en el Huerto. Recogen sus anales que en el año 1907 seria la única cofradía que efectuase en Dos Hermanas Estación de Penitencia, trasladando su salida a la noche del Jueves Santo, repitiéndose también este anecdótico episodio en la Semana Santa de 1909. Al año siguiente (1910) se construiría un nuevo paso con diez Varales para la Virgen, acordándose que las caídas del palio las bordase Dª Rafaela Pareja López, esposa del entonces Hermano Mayor, siendo desde entonces las mismas bambalinas que ampliadas y modificadas posesionan cada Miércoles Santo. En 1928 se encuadraría la reforma de sustituir las túnicas de cola de los nazarenos por airosas de capa. En febrero de 1930 se auspicia la somera restauración de las imágenes del Señor, La Virgen, el Ángel y los bustos de los Apóstoles, a cargo del artista local D. José Luis Ferrer de Couto Lamas, siendo en 1932 cuando la Hdad se preocupa nuevamente de restaurar la deteriorada imagen de Ntro. Padre Jesús -de autor anónimo- en el taller sevillano de Francisco Ruiz Rodríguez, para tallarle cabellera, hasta entonces de pelo natural, nuevos pies y manos. Por aquellas fechas el altar parroquial donde recibía culto Jesús Orando en el Huerto junto con el Ángel, estaba ubicado donde actualmente se aloja el simpecado del Rocío, y el de la Virgen de los Dolores donde hoy recibe culto la imagen de la Estrella, ( a derecha e izquierda de la entrada principal de la Parroquia ). Irrumpe la primavera de 1934 con el panorama político-social más calmado, la Hdad del Gran Poder improvisa su salida procesional la madrugada del Viernes Santo. Estimulados por el orden y el fervor que acompaño a la estación de penitencia y también por las presiones que a la sazón se hicieron a los hermanos, resolvieron estos en organizar una estación de penitencia a base de sacar la Imagen del Crucificado los hermanos de Vera-Cruz y la Imagen de la Virgen de los Dolores, los de la Oración en el Huerto. Todo esto sucedía a las cinco de la tarde del Viernes Santo y solo con la ventaja de estar expuestas las Imágenes en sus pasos y en sus respectivas iglesias. Tuvieron que darse mucha prisa los hermanos de ambas cofradías, incluso realizar un viaje relámpago a Sevilla para obtener un permiso del Gobernados Civil, convocar a los hermanos y organizar la estación sin demora. Como es singular en tales emergencias la procesión fue un éxito rotundo, Ambas cofradías se unieron en un lugar acordado del itinerario y desfilaron en medio de un entusiasmo y fervor indescriptible. En 1935 hizo Estación, los acontecimientos venían cargados de negros presagios si bien la Hdad mando labrar un nuevo paso para el señor en caoba al ebanista Miguel Ponce Bancalero. El desenlace de la grave situación originada por los bandos políticos desencadeno la trágica guerra civil el 18 de julio de 1936, incendiándose la iglesia de Sta. Mª. Magdalena por elementos incontrolables, la Hdad se vería tristemente afectada, perdiéndose las Imágenes del Señor, del Ángel, el altar de culto, y muchos efectos de culto. La Virgen fue puesta a salvo por los hermanos D. Enrique Gómez Martínez y D. Manuel Tinoco Doval. Se inicia un trance difícil para la cofradía, diezmada por el incendio y la marcha a los frente de guerra de sus mas cualificados hermanos, se encarga una nueva Imagen del Señor al ebanista local Miguel Ponce Bancalero -cuyo taller se encontraba en la actual calle Melliza-. Esta nueva talla posesiona por primera vez desde la Capilla de San Sebastián el Miércoles Santo de 1937, habiendo sido ejecutada con demasiada premura, circunstancia que facilitará su total reforma en el año siguiente. Con la primavera de 1939 llega la ansiada paz, abriéndose un horizonte nuevo para la Hdad, Sta. Mª Magdalena de reabre al culto, y el 24 de Junio de 1939, retorna la Hdad a su antigua sede, siendo de encomiable elogio el espíritu de lucha de la corporación para sobreponerse a tantas adversidades, a lo que se sumaria una ausencia mayoritaria de sus hermanos al estar combatiendo en el frente, no obstante de lo cual seria encargada la factura de un nuevo Ángel en este año de 1939 al escultor alcalareño D. Manuel Pineda Calderón, que fue estrenado en la Semana Santa de 1940, y que constituye la primera obra ejecutada por el citado artista en la localidad de Dos Hermanas. Pineda Calderón, recibiría el encargo de ejecución de una nueva imagen de la Virgen de los Dolores en 1941. Era un deseo mantenido por los cofrades desde hacía once años sustituir la imagen del señor, por lo cual hasta el Miércoles Santo de 1947 procesionaria por ultima vez la imagen del Cristo de Bancalero, lastimosamente en paradero desconocido, el cual seria sustituido al año siguiente por la actual talla de Jesús Orando en el Huerto que venera la Hdad, salida de la gubia de Pineda Calderón, la cual se bendice solemnemente en 1948 en unos cultos memorables que predica el padre claretiano Fray Serafín del Río. La distribución de las imágenes en el paso de misterio no dejaba de ser original, situándose al Cristo frente al Ángel, hasta que a comienzos de los cincuenta se ubican una junto a otra en la delantera del canasto, basándose en el grupo escultórico de la Oración en el Huerto del murciano Francisco Salcillo. En 1953 se estrenaría la barroca canastilla del paso de Cristo, diseñado por el citado escultor alcalareño, así como las Imágenes de los tres apóstoles ( Pedro, Juan y Santiago el Mayor ). El párroco D. José Ruiz Mantero, dirige espiritualmente a la Hdad y aconseja redactar nuevas reglas que sin perder su primitivo espíritu se acomoden mejor a los problemas sociales de este tiempo. Fueron aprobadas por el Arzobispado en mayo de 1957. De acuerdo con la Orden Tercera de Siervos de María, compuesta por mujeres, quienes se encargaban de organizar los Cultos del Septenario a la Virgen de los Dolores, la Hdad asumiría esta responsabilidad en este mismo año. En testimonio de simpatía y gratitud, la Hdad dedica un emotivo acto al escultor Manuel Pineda Calderón el 10 de junio de 1956, siendo Hno. Mayor D. Fernando León Cruz y Mayordomo D. Álvaro Pareja Rivas. En 1957 se terminan las innovaciones del paso del Señor estrenándose los magníficos candelabros armonizado con el estilo del mismo y se lleva a cabo la construcción del nuevo altar para el misterio de la Oración en el huerto, quedando totalmente conjuntado, de espléndida perspectiva. El paso de palio comenzaría la pausada gestación de su actual apariencia en 1958, fruto de la inspiración personalísima del orfebre sevillano D. Antonio Pérez Barrios, originando ello la ampliación del numero de Varales de diez a doce y transformándose, consiguientemente, la estructura de las primitivas bambalinas, a las que se le añadiría una malla procedente de una Hdad de Jerez, adquirida en los talleres de Esperanza Elena Caro. Al año siguiente se estrenaron los espléndidos respiraderos. El autor sufrió un gravísimo accidente cuando estaba fundiendo la cera de la candelería, sufriendo una delicada operación y larga convalecencia. En gratitud a su curación, el artista labro una preciosa parrilla de oro para el tocado de la Virgen. En estos años la cofradía disponía de un gran esplendor, llegando a procesionar hasta con tres bandas de música, hecho que no ocurriría otra vez hasta la Semana Santa de 1997. Fruto de este gran esplendor y los desvelos de la corporación, se asistió al gozoso acto de la bendición el 18 de marzo de 1973 de la Casa Hermandad, para cuya ocasión seria trasladada en andas desde la parroquia la imagen de la Virgen de los Dolores, y a partir de ese año la Hdad comenzaría a recogerse cada Miércoles Santo en su nueva Casa Hermandad. A las 12 horas del día 18 de marzo de 1973, se procedió al traslado en andas de Ntra. Sra. de los Dolores desde la Parroquia a la nueva Casa en la calle Aníbal González, con el fin de que la sagrada imagen presidiese el acto de la bendición Media hora más tarde se producía la solemne bendición de la Casa por parte del Sr. Cura-Párroco de Sta. Mª. Magdalena, Rvdo. D. José María Ballesteros Bornes, celebrándose a continuación Santa Misa con homilía del referido sacerdote, finalizándose con una Salve cantada dedicada a la Señora. Al día siguiente 19 de marzo, festividad de San José, se ofreció por la Hermandad una comida y obsequios a los ancianos acogidos en el asilo municipal, la cual fue servida por las hermanas de la corporación, constituyendo ello el primer acto de caridad social que tuvo lugar en la propia Casa. Entre los días 21 y 24 del mismo mes, tuvo lugar la organización de un Ciclo de conferencias que esta Hermandad celebró conjuntamente con la de la Sagrada Entrada en Jerusalén, para formación del cofrade y especialmente dedicado a la juventud, ciclo que se llevó a cabo en el interior de la recién estrenada Casa Hermandad, siendo por entonces Hermano Mayor Juan Reina Núñez. En 1970 se crea la Bolsa de Caridad y en 1972 comienzan las donaciones de sangre, que continúan hoy en día. El 30 de diciembre de 1974 La Hdad padecería la tremenda perdida de un amigo, D. Manuel Pineda Calderón. Pero el irresistible apogeo que continuaba emanando de la corporación abogó el hecho de que por vez primera, una cuadrilla de hermanos costaleros acudiesen al reto de portar el paso de misterio, quienes con voluntad y abnegado sacrificio ayudaron a escribir una nueva página en los Anales de la Hdad, ello ocurría en 1976, hecho que culminaría dos años más tarde con la creación de la cuadrilla del palio. En este pionero acontecimiento Curro Vicario volcaría toda su dilatada experiencia de consagrado capataz. En 1977 serían aprobadas nuevas Reglas en las que se suprimiría la titulación de Real para esta Hdad, titulo que le vendría dado por la adscripción a la misma de Dª Dolores de Borbón y Orleáns. Asimismo se suprimirían los guantes blancos de los nazarenos atendiendo a razones de austeridad. En la década de los 80 se enriquecen las insignias de la cofradía, y se fermenta una nueva savia, la Imagen del Ángel seria restaurada por el insigne profesor Francisco Peláez del Espino. La Hdad organiza el primer pregón de Semana Santa acto protagonizado el Domingo de Pasión de 1983 por Antonio Luis Márquez. Nuevamente en 1985 pregona la Semana Santo otro hermano, Juan José Domínguez, quien concibe la organización del I Congreso de Hdades de la Oración en el Huerto, el cual se celebro en noviembre de 1991 en Dos Hermanas. Siete meses después nos abandonaba D. Álvaro Pareja Rivas, después de realizar una gran labor en pro de la hermandad por la que tanto lucho durante toda su vida. En 1997 volvió a procesionar la antigua Cruz del Rosario con una manguilla que abría el cuerpo de nazarenos de la Virgen, siendo esta portada por un cuerpo de acólitos que también estrenaba la ropa El año 1998 fue un año importante para la Hermandad, se cumplían 50 años de la realización de la Imagen de nuestro Señor por D. Manuel Pineda Calderón, la Hermandad realizo una serie de actos culturales, como proyecciones en cine de salidas en la década de los setentas y principios de los ochentas, y una exposición con documentos sobre la realización de la talla actual y de la anterior, así como convocatorias de cultos antiguas, fotografías y carteles de Semana Santa que ha protagonizado la Imagen del Señor. El Vía Crucis del Consejo de Hermandades que se celebra el ultimo lunes de cuaresma, estuvo presidido por la imagen del Cristo Orante, el consejo invito a la Hermandad para que la imagen realizara esta salida extraordinaria, y ello tuvo lugar el 30 de marzo. La Imagen del Señor vestido con túnica verde y manto burdeos salió en unas parihuelas, acompañado por gran número de hermanos y cofrades representando el resto de hermandades de Dos Hermanas, el recorrido fue el siguiente, saliendo de la Parroquia, Santa Ana, Real Utrera, Capilla del Gran Poder donde se rezo una estación dentro, Pereda, San Sebastián, Plaza del Emigrante, Plaza de la Mina, Mina, Los Jardines y entrada de nuevo en el templo. Otro momento importante dentro de ese año llego en el mes de noviembre. El sábado 14 a las 21.15 se realizo el solemne traslado de la Imagen del Señor desde su Capilla al Altar Mayor. Al día siguiente, Domingo 15 a la una de la tarde se realizo solemne función con motivo del cincuenta aniversario de la bendición de la sagrada Imagen. La cátedra estuvo a cargo de D. Manuel Garrido Orta, canónigo Magistral de la Santa Metropolitana Iglesia Catedral de Sevilla. Y los cantos litúrgicos estuvieron a cargo de la Coral Polifónica Regina Coeli de Dos Hermanas.
Por acuerdo del Cabildo General Extraordinario de 15 de enero de 1999 las hermanas. siguiendo las recomendaciones de la Vicaria General del Arzobispado de Sevilla, participan en la estación de penitencia. La última modificación de Reglas aprobadas data del 4 de abril de 1990.
En la actualidad la Hermandad esta atravesando una situación difícil, en el verano de 1999, se vio obligada a dejar la Casa de Hermandad, ya que esta corría grave peligro de derrumbe, dicho edificio, por anomalías en su construcción a principios de los 70 del siglo XX, hubo de ser demolido, y en la actualidad con la ayuda de todos los hermanos, se esta levantando de nuevo.

Fuente: Dos Hermanas Cofrade